La física cuántica explica que las partículas en estado vibratorio tiene infinitas posibilidades de existencia, hasta que un observador intensionalmente las mira.
Este dibujo es un ejemplo de ello. Las manchas de la pared se mueven hasta que hacemos intensionalmente foco con los ojos.
Nada existe y todo existe a la vez. Lo que determina que aparezca "algo" en nuestra percepción de la realidad, es la intensión de prestarle atención.
La observación deliberada e intencionada la podemos hacer con nuestros sentidos físicos, con nuestra mente y, en la mayoría de los casos, con nuestros pensamientos.
Optemos por ser impecables con nuestros pensamientos.
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