Aprendizaje en la Tierra
“Habíamos hablado del río nuevo que está entrando en las aguas del río viejo. Habíamos hablado de que lo importante no es lo que voy a hacer, sino como voy a estar vibracionalmente para obtener lo que vine a obtener. Cada uno de nosotros tenemos un plan. Un plan que está guardado en el centro de la intención. Aproximadamente en donde llamamos quinta dimensión.
¿Cómo es esto de quinta dimensión? Nuestra parte Superior, nuestro YO superior que reside quinta dimensión, pensó en venir a este lugar. Y el solo hecho de pensar en venir a esta estrella, a este lugar al borde de la Vía Láctea, hizo que se le pidiera a Gaia un traje espacial cósmico biológico, que es esto que llamamos cuerpo. Y es el que necesitamos que esté apto para traducir esta densidad e interpretarla con la vibración de ese Yo superior que estaría en quinta dimensión.
El solo hecho de pensar
vibracionalmente en algo hace que eso se cree. Hay algo que los científicos
llaman "espín del electrón" que es lo más sensible que actúa de
acuerdo al pensamiento. Según un experimento científico (de la física
cuántica), ya se sabe que el observador altera el resultado.
El pensamiento mueve la materia a
través de mover los electrones, que es la parte del espín del electrón. Eso va
haciendo que nuestros pensamientos sean creadores y que si ponemos emoción se
potencie esa creación, y después la llevamos a la acción; y eso traemos sobre el
plano físico como lo que nosotros llamamos experiencia.
Nosotros creemos que vemos una
realidad tal cual como la vemos. En realidad no son nada más que interpretaciones
vibratorias de nuestros sentidos; y es lo que percibimos como libro, como
reloj, como el cuerpo.
Entonces necesitamos abrir el
canal de comunicación con nuestra parte Superior, dado que es la intermediaria
con la Creación, es la intermediaria con todo lo que existe. Es como si fuera
el original y nosotros el duplicado. Si no generamos una energía de una
vibración determinada, es muy difícil poder comunicarnos con ideas de otro
nivel vibratorio.
Como la realidad funciona de
acuerdo al nivel vibratorio que tengo, cuanto más baja es mi vibración, más
drama veo sobre el planeta Tierra y más drama veo en mi vida, y más drama veo
en todo lo que me rodea. A la inversa –si subo mi vibración-, cada vez veo más
alegría, más gratitud y más perfección sobre el planeta.
Porque todo no es nada más que
una interpretación.”
« Jorge Rausch »
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